Cuerpos y política en la calle

Los cuerpos son de por sí políticos y por ello los regímenes ponen su mirada sobre ellos para ejercer poder y control, como ha sucedido en Afganistán con la instalación del régimen fundamentalista talibán, que rigió en el país entre 1996 y 2001 y que, en la actualidad, y que se teme que regrese, a partir de la toma del control del gobierno en la capital del país este 2021.

Hay que tener en cuenta que lo que define los cuerpos es precisamente los arreglos simbólicos con los cuales las personas se relacionan y que, en este sentido, son arregles atravesados por múltiples injusticias, pero también por apuestas de emancipación con las que se busca la liberación de la sujeción a la que han estado sometidos, como es el caso de los cuerpos femeninos.

En este sentido, planteamos cómo quienes se reúnen en las calles pueden formar un determinado ideal de comunidad a través de las movilizaciones corporales. Este tema es clave porque, a pesar de que ha estado ausente en la historia de las reflexiones teóricas o académicas, en los últimos años la pregunta ha vuelto a aparecer debido a la creciente manifestación y activismo de los sujetos, quienes reivindican otras maneras de aparecer en el espacio desde el género o la sexualidad.

¿Qué son las movilizaciones corporales?

En los distintos países hay cuerpos que luchan en contra de aquellos modelos que les son impuestos al alterar y al transformar la posición que ocupan en el universo sensible pues en las diversas culturas se han determinado ciertos modos de entender el cuerpo y su lugar de cara al espacio público y, frente a esto, también hay reacciones.

Así, las movilizaciones corporales son las congregaciones o manifestaciones de personas que salen a las calles, a las plazas, o a donde sea necesario, para hacer público y exigir -a través del mismo acto político de estar reunidos en las calles-, un derecho o un beneficio vital para tener una vida digna. Entonces, una movilización corporal, es una movilización social que, a partir de un sentimiento de injusticia y una constante resistencia a una vida sumida en la desigualdad, une a diferentes cuerpos vulnerables en las calles. Esto se puede ver en el caso de algunas mujeres afganas quienes han salido a protestar en contra de los talibanes, después de la toma de la ciudad de Kabul.

Esta manifestación es potente porque, según explican algunos expertos internacionales, exigir representación gubernamental e igualdad de derechos en todos los ámbitos tanto a nivel político como en la vida privada, es inusual en un contexto como el afgano.

¿Por qué no es solo una movilización social?

Judith Butler, escritora y filósofa estadounidense es una mujer que se ha preguntado y ha investigado en diversas ocasiones, entre otras cosas, sobre el cuerpo y el poder, identidades diversas, teorías queer, y relaciones de género; así, en el ensayo de su autoría “Vulnerabilidad corporal, coalición y la política de la calle” habla sobre las movilizaciones corporales, los cuerpos vulnerables, su forma política de resistir, y su relación con el feminismo.

1. Las movilizaciones corporales utilizan el cuerpo como modo de expresión: pueden ser cadenas o barreras humanas, danzas, performances o hasta huelgas de hambre, pues aunque en estas no hay explícitamente una movilización, sí hay una exigencia democrática a través del cuerpo.

“Los cuerpos se congregan precisamente para demostrar que son cuerpos, y para que quede políticamente claro lo que significa persistir como cuerpo en este mundo, qué requerimientos deben ser cumplidos para que los cuerpos sobrevivan, y qué condiciones hacen que una vida corporal, la única que tenemos, sea finalmente digna de vivir.” J Butler.

2. Las movilizaciones corporales exigen en su mayoría requerimientos básicos del cuerpo como abrigo, seguridad, comida, sistemas sociales de apoyo. Pues como lo dice Butler, la supervivencia es una precondición para cualquier otra exigencia que las personas hagan y, por tanto, una exigencia básica es que los cuerpos tengan lo que necesitan para sobrevivir.

3. Los cuerpos son los centros de recepción de experiencias e historias, sin ellos la manifestación no está realmente completa, pues solo a través del cuerpo sentimos, procesamos y expresamos las experiencias vividas. En este sentido, el cuerpo tiene un vínculo fundamental con la memoria, pues puede convertirse en en el sitio donde se transmiten los recuerdos de otros, el cuerpo es un sitio de transferencia en el que es posible que la historia de una persona atraviese la propia.

Por último y muy importante, para realizar una lucha como la de una movilización social hay que reconocer de alguna forma la vulnerabilidad de los cuerpos y a la vez resistir ante ello.

¿Cómo entender esta conexión entre vulnerabilidad y la resistencia?

Entender la vulnerabilidad es de alguna forma entender la desigualdad a la que algunos cuerpos han estado sometidos; en las teorías feministas por ejemplo, ha existido un gran debate en el que se ha discutido sobre la importancia de que las mujeres tengan protección por parte de un estado para poder sobrevivir, pero a la vez luchar contra las suposiciones de ultra-vulnerabilidad en espacios porque los cuerpos femeninos también son capaces de resistir por sí solos.

Así, para lograr una lucha democrática, es necesario que cada sujeto entienda su cuerpo como vulnerable, para así tener la capacidad de empatizar con las experiencias del otro, pero, a la vez poder luchar porque la vulnerabilidad de los cuerpos no sea distribuida desigualmente, pues existe un poder que opera ante los cuerpos para violentarlos.

Para finalizar es importante entender que el cuerpo ha sido, a través de la historia, construido culturalmente por las diversas formas de poder que sobre él recaen; este poder no siempre tiene que ver con la coacción, sino con la forma en la que las clases dominantes conforman nociones sobre lo común, sobre lo que debe ser a través de sistemas de símbolos que se traducen en pautas de comportamiento y en verdades muchas veces incuestionables.

Sin embargo, donde hay poder hay resistencia y la que se puede hacer desde el cuerpo es clave pues este da cuenta de las condiciones estructurales del mundo, en otras palabras, de cuáles son las opciones de experiencia para cada sujeto quien, desde adentro y desde el colectivo, pueden organizar discursos y comportamientos resistentes.

*Las imágenes son fotogramas tomados de la película francesa de animación, Persépolis, basada en la novela gráfica homónima de Marjane Satrapi dirigida por Vincent Paronnaud, la cual trata de la historia de una chica iraní desde la revolución islámica.